Significado De La Columna B En Masoneria

Significado De La Columna B En Masonería

¿Qué es realmente la Columna B? Y… ¿Por qué tanto misterio?

Significado de la columna B en masoneria. Suena enigmático, ¿verdad? Casi como si uno se asomara a un templo invisible esperando encontrar respuestas, y en cambio encontrara… preguntas.

La primera vez que escuché sobre la Columna B fue como quien se tropieza con una palabra rara en un libro antiguo. Estaba al norte del taller, justo ahí, a la derecha, con esa B solemne grabada, y sentí que tenía algo importante que decirme.

Pero como todo en la masonería, no te lo dice de golpe. Hay que escuchar con atención. Y a veces, con el alma.

Columna B: piedra bruta, aprendiz y comienzo del camino

Un símbolo del principio, no del fin

La Columna B representa el primer paso. No el más brillante, ni el más elegante, sino el más honesto. Ahí estamos los aprendices, con la piedra bruta en los pies, símbolo de lo que aún no hemos pulido. De lo que somos: humanos con defectos, preguntas, miedos y sueños torpes.

Allí recordamos que todos empezamos desde abajo, y que mirar al cielo no significa haber olvidado la tierra. Nuestra columna está al norte, bajo la esfera terrestre, y no es casualidad. Es el lugar donde aún pesa lo mundano, donde el ego está más inquieto y los errores son más frecuentes… pero también donde todo comienza.

La Columna B como espejo del alma

¿Por qué estamos allí, en esa columna, al principio?

Porque es en la Columna B donde nos enfrentamos a nosotros mismos por primera vez. Cuando presentamos nuestro primer trabajo, por ejemplo. ¿Quién no ha sentido la boca seca frente al atril? A veces, la mente grita: “¿¡Y yo para qué me metí en esto!?”

Me acuerdo como si fuera ayer. Caminaba hacia la columna con el Maestro de Ceremonias. Solo pensaba: “¿Por qué tengo que abrir la boca?”.

Pero lo hice. Y lo repetiría. Porque abrir el hocico en la Columna B no es solo hablar… es pensar, cuestionar, fallar, dudar, y aun así compartir.

El valor de equivocarse (y de preguntar)

Aprender a base de tropiezos

La masonería no espera que seamos sabios desde el día uno. De hecho, la sabiduría viene después de muchos días uno.

El Significado de la columna B en masoneria no es otro que ese: el espacio seguro para aprender a través del error. Nadie espera que el aprendiz tenga todas las respuestas. Al contrario: lo valioso es atreverse a hacer buenas preguntas.

Una vez me dijeron: “No temas traer preguntas. Teme no traer nada.”

Y esa frase se me quedó grabada.

Porque en la Columna B lo más valioso no es lucirse, es explorarse. Y si al preparar un trabajo descubrimos una nueva pregunta, ya valió la pena.

¿Por qué los aprendices deben hablar?

Silencio no siempre es sinónimo de sabiduría

En algunas logias los aprendices solo escuchan. Y puedo entenderlo. A veces hace falta silencio para digerir la experiencia. Pero también creo que si queremos aprender a montar bicicleta, hay que subirse y caerse un par de veces, ¿no?

Entonces… ¿Por qué sería distinto con la palabra? Hablar desde la Columna B es parte del aprendizaje. Y es un acto de humildad enorme.

Porque no se trata de tener razón, sino de atreverse a compartir. A veces tu idea será ignorada, otras veces dará pie a una reflexión poderosa. En cualquier caso, estarás contribuyendo a la mente colectiva.

El taller como universo simbólico

Nada es decorativo. Todo tiene un porqué

Una vez me dijeron: “Mira cualquier objeto del templo y pregúntate por qué está ahí”. Me quedé viendo el techo. No había ángeles.

Ni frescos renacentistas. Solo la bóveda celeste simbólica. Y entonces entendí: no hay límite sobre nuestras cabezas.

La masonería nos recuerda que el templo es un reflejo del universo. Y también de nosotros. Cada símbolo —la piedra bruta, la red, las granadas, los lirios— nos invita a buscar dentro.

A veces, solo observando lo cotidiano surge un tema profundo. Un aprendiz curioso puede encontrar materia prima para su trabajo incluso en el sitio más simple.

¿Se puede salir de la Columna B?

Aumento de salario… pero no del alma

Sí, eventualmente pasamos a la Columna J. Cambiamos de grado, de función, de tareas. Pero te digo algo que muchos aprendices ya intuimos desde el principio: la Columna B no se va nunca. Puedes avanzar de grado, vestir otra insignia, sentarte en otro sitio… pero el aprendiz verdadero sigue vivo dentro de ti.

Porque el que deja de aprender, deja de crecer.

Y el que olvida su piedra bruta, empieza a creerse mármol.

¿Qué nos enseña realmente la Columna B?

El trabajo interno como único camino

Nos enseña que la verdadera iniciación es hacia adentro. Que el primer paso es conocerse, luego corregirse, luego… bueno, seguir corrigiéndose. Nos recuerda que la luz entra mejor cuando nos abrimos. A veces, la mejor forma de encontrar la verdad es con una pregunta sincera.

Nos enseña también que el trabajo masónico es vivencial, que se aprende con el cuerpo, con los nervios, con los errores. Que incluso los silencios de nuestros Hermanos nos dicen algo. Y que la piedra más bruta tiene dentro una forma hermosa esperando ser revelada.

¿Qué significa para ti la Columna B?

Quizás seas un aprendiz, un curioso, un hermano en descanso o un profano con preguntas. Sea como sea, la Columna B puede hablarte.

No con palabras, sino con símbolos. Con dudas. Con ese temblor que se siente al pararse frente a los demás con el corazón en la mano.

¿Qué parte de ti sigue en la Columna B? ¿Qué piedra estás puliendo? ¿Qué trabajo estás postergando?

Porque Significado de la columna B en masoneria no se resume en una frase.

Se vive. Se tropieza. Se suda.

Y se honra… con cada nuevo intento de ser mejor.

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